Laura Mengó: del espolín negro a la bata blanca

La fallera mayor de València se reincorpora al mundo sanitario en Maternidad tras nueve meses de "profesión" en la fiesta

Laura Mengó, en la puerta del Hospital La Fe

Laura Mengó, en la puerta del Hospital La Fe / M. Domínguez

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Si las hubiese contado, Laura Mengó habría llegado a la conclusión fácil de que, desde el pasado 18 de octubre, el cargo de fallera mayor de València le ha ocupado mucho más que 40 horas semanales. Entre lo que se ve del acto oficial y lo que no se ve. "Y en algunos meses, muchísimo más". Sin remunerar, y con un Convenio Colectivo muy superficial ("estar a disposición de la JCF en y del cargo en cualquier momento") llevar la embajada de la fiesta tiene una servidumbre de horarios como cualquier otro oficio, cuando no superior. Lo que significa que las elegidas, y más en los tiempos modernos, que lo ostentan falleras ya incorporadas al mercado laboral, obliga a una excedencia indefinida. Hasta acabar el año o hasta que amansen las obligaciones. 

Los diez segundos que cambiaron la vida de Laura Mengó

Moisés Domínguez

"Fallera Mayor de València es el sueño de mi vida y una experiencia inolvidable que jamás cambiaría. Pero mi profesión me apasiona. Echaba de menos la Enfermería. Una, con la vocación a su profesión, necesita volver, retomar el contacto y la rutina. Volver a sentirse. Y he tenido la suerte de hacerlo en el servicio que más me gusta". A Laura Mengó aún le faltan tres meses de compromisos -más los del "año después", que no son pocos- pero ha vuelto a enfundarse la bata blanca, esa que colgó la noche de la Fonteta, el 30 de septiembre para cambiarla, poco después, por un espolín de color negro. No ha querido esperar a que se conozca el nombre de su sucesora. Ahora se la puede ver nuevamente en el departamento de maternidad del Hospital La Fe. "Lo necesitaba. Y sabía que en verano se necesitan profesionales de enfermería. Sabía que habría trabajo. De hecho, hay gente que acaba de terminar la carrera y ya está trabajando. Los tres meses de verano los pasaré aquí, pero tengo mucha suerte porque estoy en el mismo lugar que el año pasado y en lo que más me gusta". Ya cuando era preseleccionada decía que su siguiente ambición profesional es pasar de enfermera a matrona. "Estoy en un servicio muy bonito y muy emotivo. Que no todo es fácil, porque hay momentos que son complicados o muy complicados. Pero, por lo general, ves mucha felicidad".

"Desactivada"

Laura se había "desactivado" -nombre técnico por el que los profesionales de enfermería dejan de estar a disposición para cubrir huecos- "pero para las vacaciones me lo planteé. Hablé con la supervidora de Maternidad. Algún cambio por la agenda de fallera mayor tendré que hacer. De hecho, nada más empezar ya tuve que cambiar un turno". Las profesionales del mundo sanitario (las cuatro últimas, desde Marina Civera a Laura) tienen su propia dinámica. Otras han tenido que dar sus propios tumbos profesionales. Incluso la historia de las falleras de la corte habla de cambios profesionales a forzados o empujados por la excedencia, también forzosa de febrero y marzo. 

"¿Puedo hacerte una pregunta?"

Laura ha vuelto sobre todo por "volver a sentirme enfermera". Y ya puestos, por volver a sentir la satisfacción de una nómina a final de mes. Pero ahora, además, es fallera mayor y se nota. "Si. Prácticamente todos los días. Y más ahora que ya vamos sin mascarilla. Ya me ha pasado. Si me dicen "Oye, ¿puedo hacerte una pregunta?" ya sé lo que va pasar después. Pero igual una paciente que un ginecólogo". 

Según la situación, cada fallera mayor de València de los últimos años ha adoptado una postura diferente: desde el año sabático a ir retomando la actividad profesional, especialmente en el último tramo "pero que nadie piense que es cierto lo de que "el 20 de marzo se ha acabado todo". Llevamos las agendas llenas de actos todo el año y no te digo ahora en el mes de julio. Hay mucho más de lo que parece. Hasta en agosto tendremos tres o cuatro actos que hay que ir sí o sí porque a la fallera mayor de València se la espera".

"Como si llevaras toda la vida"

¿Se pierde la práctica después de nueve meses de ausencia? "En Sanidad estamos en evolución constante y tienes que renovar con las prácticas y los protocolos. Pero si has estudiado y ya tienes experiencia, se supera. Reconozco que el primer día me costó al principio por la falta de práctica. Me sentía rara y hasta me pregunté si había hecho bien. Pero al poco tiempo vuelves a hacerlo como si llevaras toda la vida".