Pleno de la JCF | Las Fallas alcanzan el mayor gasto desde 2010 y Ballester se topa con la realidad de la burocracia

El presupuesto declarado sube apenas un 2 por ciento, pero han desaprecido las últimas grandes ayudas suplementarias

El concejal de Fallas contempla con desazón la poca cantidad de comisiones que han presentado la ocupación de dominio público

En diciembre se debatirá el funcionamiento del Congreso Fallero

Panorámica del pleno de noviembre

Panorámica del pleno de noviembre / Fotofilmax

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Es probable que todavía falten muchos años para que la cifra récord de coste declarado de las Fallas, 10,6 millones en 2009, vuelva a repetirse. Cuando se estaba en los estertores del tiempo del ladrillo. Pero las Fallas de 2024 vuelven a recibir un incremento, lo que lleva sus 8.860.000 euros a una cifra que no se recordaba desde que la burbuja inmobiliaria empezara su deceleración. Desde los 9,4 millones, aún inalcanzables, de 2010. Aunque, realmente, el precio del año pasado era prácticamente el mismo: apenas se ha subido 154.000 euros. Un 2 por ciento más que en 2023

SERIE HISTÓRICA DE PRECIOS DECLARADOS DE LAS FALLAS

(En millones de euros)

2006: 8,8

2007: 9,7

2008: 10,6

2009: 10,6

2010: 9,4

2011: 8,6

2012: 8,7

2013: 7,7

2014: 6,7

2015: 6,8

2016: 6,9

2017: 6,9

2018: 7,1

2019: 7,6

2020: 7,7 *

2021: -

2022: **

2023: 8,7

2024: 8,8

* Se quemaron en 2021

** La cantidad fue irreal, al sumar la aportación de 2021, generando unos costes disparatados

Aquellas cifras, de todos modos, estaban infladas por la existencia de Nou Campanar. El mejor dato para comparar es el de prepandemia. Las Fallas que debían haberse plantado en 2020 estaban cifradas en 7,7 millones. Desde entonces, y pasado el disparate de 2022, con sus precios casi duplicados, la realidad es que los contratos han subido. Como han subido los precios de los materiales. En general se puede decir que las comisiones han respondido en un año en el que han desaparecido las ayudas extraordinarias. 

Realmente... gastan más

No hay que engañarse de todos modos: las comisiones gastan aún más en monumento. Hay una parte de dinero que es como una meiga. Haberlo, haylo, aunque nadie lo vea, y que es vital para hacer sostenible el proyecto. Y también para optar con ventaja en secciones más bajas. No está cuantificado, pero habría que incorporarlo al gasto real. Por eso, cuando se pidieron datos para el Estudio de Impacto Económico siempre se decía, en todos los idiomas, que la información es confidencial. 

Alarma con el dominio público

Con esas sensaciones, la clasificación de Fallas se ha aprobado en un pleno de la Junta Central Fallera que ha sido un baño de realidad para el concejal de Fallas. Santiago Ballester posiblemente se las prometía muy felices  cuando abrió el plazo para que las comisiones solicitaran la ocupación de vía pública: carpas, mercadillos, orquestas... daba más días y más pronto, con la esperanza de que las peticiones fluyeran y que de cara al inicio de año, todo fuera ya a toda velocidad. Un chollo.

A un mes de cerrar el plazo, el panorama es desolador: 66 fallas han cumplido el trámite y la mitad de ellas de forma defectuosa. "De momento sólo se han presentado 66 fallas, 66 fallas". Dos veces que lo dijo. "Por lo que estamos viendo, se presentarán muchas a última hora y se generará un tapón". No sabía como decirlo el concejal: "¡Si es que, salvo que haya un cambio de ubicación, son los mismos papeles de siempre!". Por todo ello, exhortó a los miembros de la Junta Central Fallera que les digan a sus respectivos presidentes que no se duerman en los laureles. 

Si le sirve a Ballester de consuelo, esta desazón ya la tuvieron Pere Fuset y Carlos Galiana, que se toparon con ese mismo muro. Y que es consecuencia de la falta de gerentes profesionales en las comisiones. O de que las secretarías son tan volátiles como las presidencias. Y manejar estos trámites no es sencillo para un novato. Los nuevos tiempos no han llegado a los ordenadores falleros. 

"Un desastre" (los contratos)

Eso, los dominios públicos, que los contratos de fallas son lo mismo. Le salió del alma al secretario general cuando, al anunciar que la Clasificación por secciones está ya a falta de alegaciones y aprobación final (un poco más y se va a diciembre) que el proceso, con 280 incidencias -falta de documentación, netos o brutos y errores de toda laya-, ha sido "un desastre".

¿Cual es la solución? Seguramente no ser tan blandos. Las cosas se cumplen a base de hierro y una falla que se quede fuera de concurso puede ser el mejor acicate para apremiar a hacer las cosas bien.  

Pero hay más pruebas de ello: doce comisiones se han quedado definitivamente sin subvención por contratar agrupaciones musicales. 

El Congreso Fallero tiene dado un paso

Casi en los estertores del pleno se preguntó por el Congreso Fallero. El grupo encargado de la mesa de funcionamiento ya ha acabado su tarea -establecer las reglas del debate, que no hace falta ir a Salamanca para eso- y que en diciembre se hablará de ello en una asamblea extraordinaria. 

Falta el grupo que está preparando el anteproyecto de Reglamento sobre el que se deben presentar enmiendas. Ahí hay más debate y más cabos por atar. 

La independencia a medias

Se dice que independencia del Ayuntamiento, no. Porque "l'ajuntament no ens roba". Pero que crear una figura intermedia, elegida por los falleros, si. Una especie de presidente ejecutivo y que el concejal haga de figurín. Tontos no son los que lo proponen: dame el dinero y lo gestiono yo, pero el responsable eres tu. Eso tiene encaje complicado en la legislación municipal. Es como que los clubes elijan al gerente de la Fundación Deportiva Municipal. O eres indepe o no lo eres y la experiencia en Alicante es de zona devastada. Pero al final todo eso dependerá de los informes jurídicos.