La Inspección de Trabajo irrumpe en la "plantà" de Especial

Los inspectores reclaman las condiciones laborales de los operarios que trabajan en el montaje de los monumentos y retrasan el proceso de izado

El Gremio de Artistas pide "flexibilización" ante el temor de no poder contar con falleros de la comisión "como es tradicional", al no ser personal laboral

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

La "plantà" de las Fallas 2024 de la Sección Especial ha empezado la semana, y su momento crucial, con una visita inesperada que ha puesto patas arriba el proceso: una brigada de inspectores de Trabajo se ha acercado a las demarcaciones para comprobar que todos los que allí están desarrollan el cometido en condiciones.

Los inspectores han ido a las comisiones principales, -tambíen en alguna de Primera A- que son las que tienen un equipo permanente de personas trabajando, y han empezado a pedir "los papeles"; es decir, la situación contractual y el cometido que desarrollan, así como las condiciones de seguridad de las mismas. Algo que han extendido incluso a los trabajadores externos al taller, como son los empleados de grúa. 

Proceso con las horas contadas

Estas inspecciones suponen, independientemente, un retraso en el trabajo y no han sido precisamente bien acogidas por lo que supone paralizar un proceso que va con las horas contadas y en el que, además, se pagan alquileres por hora, más allá del hecho objetivo de que los trabajadores tienen o deben estar trabajando en condiciones correctas. Tal y como se decía en el entorno de las comisiones "el problema no es que lo hagan, sino buscar las fechas en que estamos y, sobre todo, la sensación de persecución".

En este sentido, refiriéndose a que los talleres falleros -un sector que atraviesa una crisis económica crónica- ya han sido visitados por Trabajo en los días previos a la "plantà" para conocer las condiciones de trabajo no en la calle, sino en los recintos privados de los artistas agremiados. 

Na Jordana se encuentra este lunes en plena tirada de grúa

Na Jordana se encuentra este lunes en plena tirada de grúa / Falla Na Jordana

El peligro de "echar una mano"

El mundo de la construcción de fallas ha sido muy laxo en material laboral tradicionalmente, pero los talleres han tenido que adaptarse a todas las condiciones de seguridad y de contratos con sus trabajadores. Nada tiene que ver, en ese sentido, la forma de plantar actual con la de antaño. Sin embargo, la "plantà" es una situación, en ese sentido, de riesgo, puesto que siempre ha sido algo habitual que los artistas pidan a colegas el acercarse a "echar una mano", ya sea económicamente o desinteresadamente, o a los propios falleros de las comisiones.

Este tema no es cualquier cosa: la "plantà", por sus especiales características, es un trabajo en el que hay una mano de obra poco cualificada y no remunerada, pero absolutamente necesaria: los falleros. Aquellos que arriman sacos, ayudan a hacer fuerza para mover una pieza o que hacen cualquier tipo de apoyo a los profesionales. Ha habido comisiones que han anunciado que retiraban a sus falleros no ya de cualquier ayuda, sino del propio perímetro de la "plantà", precisamente para evitar cualquier tipo de problema con la inspección. Son manos que pierden también los artistas. 

Gremio: "Sería conveniente flexibilizar las exigencias"

Por todo ello, el Gremio de Artistas Falleros salió al pasao en comunicado público, asegurando por una parte que "entendemos el trabajo de la inspección para verificar las condiciones contractuales y la seguridad de los trabajadores, y que se realicen en el momento que se desarrolla el trabajo; en este caso, la plantà". Pero a la vez recuerdan que "los agremiados quieren eintnean cumplir con sus obligaciones, pero también buscan la tradición de plantar la falla con la colaboración e implicación de los componentes de la comisión". 

"Es importante tener en cuenta las circunstancias especiales en las que se hacen los trabajos de la "plantà" y es necesario resolver la cuestión y ver la manera de compatibilidad la normativa y la práctica tradicional". 

No es cualquier cosa, puesto que por una parte están las circunstancias laborales e incluso los riesgos: ¿qué pasa si a un fallero se le cae encima un trozo de falla?. Pero por otra parte, no participar en ese proceso sería una hecatombe por el aumento del precio. "Sería de agradecer" dice el Gremio "que la Inspección Trabajo que se pueda hacer a los artistas, en vista de las circunstacias comentadas, acomodara y flexibilizara sus exigencias de una manera razonable".

El presidente de la Federación de Especial, Rafa Mengó, ha expresado en ese sentido la opinión en el sentido de lo que supone como contratiempo "por no haber avisado. Entendámonos: si se avisa, los artistas pueden tenerlo todo preparado para mostrarlo. Si no, pasa lo que ha pasado: que la plantà se para, y estamos hablando de unas horas que son esenciales para los artistas, porque vamos siempre con el tiempo muy medido. Ni que decir tiene que todos contamos con que los trabajadores estén totalmente en regla y con los elementos de trabajo perfectamente adaptados a la legalidad, pero lo que no es normal es hacerlo así, por lo que supone de contratiempo".

En 2013 fue Hacienda a los casales

No es la primera vez que las instituciones buscan en las Fallas posibles irregularidades. También hace once años fue en este caso Hacienda la que eligió los días previos a la fiesta grande (el 14 de marzo) para visitar las comisiones más importantes, a las que les solicitó especialmente los contratos con los proveedores, desde el que sirve la pólvora, hasta el que pone las flores, la iluminación, la música o las carpas. El objetivo es verificar la liquidación del IVA y el cumplimiento íntegro de sus deberes con el fisco.