Esta es la falla con más Ingenio y Gracia de 2024

La Federación de Fallas con Especial Ingenio y Gracia premia, a criterio de un jurado propio, el proyecto que más fomenta el origen de la fiesta: las críticas con intención y sátira.

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Hacer reír, ser original en el tratamiento, usar la sátira... son algunos de los elementos primigenios de la fiesta. No se entienden las Fallas sin una intención en aquello que, desde el Siglo XVIII -de acuerdo con las últimas evidencias- se planta en las calles y plazas de la ciudad. Lo que empezó siendo la quema de una hoguera fue transformándose en un mensaje que fue aumentando en intención conforme evolucionaba el elemento de arte efímero. 

Tratando de poner en valor ese intangible, se constituyó en su día la Federación de Fallas con Especial Ingenio y Gracia. Entre otras cosas, porque la competición fallera, lo que alimenta el propio interés por la falla, fue derivando desde inicios del Siglo XX en primar y premiar la calidad artística, más que esos mensajes intencionados. Y que, también con el paso de las décadas, se transformó en un premio aparte. De alguna forma, secundario, pero cada vez más valorado por lo que supone y significa. 

La Federación organiza cada año un concurso no ya para premiar el Ingenio y Gracia, sino el Ingenio y Gracia máximo. A partir de memorias facilitadas por las fallas candidatas -entre las que no puede particular ninguna de las 19 comisiones que forman parte del colectivo- se organiza un grupo de nominadas, que son visitadas por un jurado independiente al del concurso de la Junta Central Fallera. Entre otras cosas, porque en este premio especial no importa la categoría o sección del monumento. 

Este año la falla ganadora ha sido la misma que ha ganado el primer premio de Ingenio y Gracia de la Sección Especial. Esto quiere decir que dos jurados diferentes (el oficial y el de la Federación de Ingenio y Gracia) han tenido el mismo ojo clínico. 

No debe extrañar, porque "Dame un Like" es una falla tronchante, en la línea de un Pedro Santaeulalia que atraviesa un momento más que dulce y que ha catapultado a la comisión ruzafeña a los puestos de honor.