Benetússer convertirá su vieja zona del mueble en una zona de tiendas y servicios

Benetússer, como muchos de los pueblos de l’Horta Sud, sufrió la conocida crisis del mueble en la primera década del siglo XXI. Durante los 80 y 90 el sector de la madera y el mueble prácticamente acaparaba todo el área industrial, que en el caso de esta localidad no es muy grande, y básicamente acapara la Avenida Orba y la Avenida Alfafar. Con la crisis sufrida tanto en 2003, con la entrada de muebles a bajo coste procedentes de países asiáticos básicamente, más la fuerte caída del consumo provocada por la grave crisis del ladrillo en 2007, la mayoría de estas industrias dedicadas al mueble y la madera cerraron.

Desde entonces han estado abandonadas. En algunos casos, las naves llevan deteriorándose más de 20 años provocando no solo molestias de insalubridad sino también de ocupación ilegal, ya que algunas personas con problemas de addicciones, usan estas infraestructuras abandonadas para resguardarse.

La degradación de esta zona viene en parte causada por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Este documento establece el uso industrial del suelo, un handicap a la hora de poder abrir otro tipo de negocios, que son los que sí han mostrado interés en instalarse en una zona que ya dejó de ser industrial hace tiempo.

Es por eso, que con el objetivo de dar una nueva vida a esta área del mueble abandonada, el gobierno liderada por la alcaldesa socialista Eva Sanz, ha decidido modificar el PGOU para cambiar el uso de industrial a terciario de esta zona que abarca la Avenida Orba y Alfafar, entre otras.

Un cambio que viene motivado por el interés mostrado por algunos emprendedores en abrir allí su negocio y que se topaban con el obstáculo del uso del suelo. "Es una lástima que no se pueda abrir un gimnasio, un cine o una ludoteca que devolvería la vida a esta zona degradada. Por eso, se planteó esta modificación, para que también esos propietarios con edificaciones les pudieran dar una salida más acorde a los tiempos actuales”, explica la alcaldesa de Benetússer.

Hasta una iglesia evangelista

Según cuenta, la petición de licencias para una nueva actividad van desde un gimnasio o una ludoteca, hasta una iglesia evangelista. “Queremos aportar así nuestro granito de arena a satisfacer a todas las partes, por un lado sacar rentabilidad por parte de los propietarios de estas naves, y por otra dar una nueva vida a estas zonas y acabar con las ocupaciones ilegales”, explica.