Piden alejar a menores de 'bous al carrer' tras el doble incidente de Canet

La Fundación Franz Weber ha emitido un comunicado donde demanda que la Generalitat Valenciana “aleje” a las personas menores de edad de los “bous al carrer” después del doble incidente ocurrido en Canet d'En Berenguer donde, como informó Levante-EMV, dos jóvenes de 14 y 16 años resultaron heridos.

La ONG internacional recuerda que "solo en la Comunitat fallecieron 57 personas (2005-2022) como consecuencia de estas actividades taurinas, que se suman a los cientos de heridos que desde el lobby minimizan e incluso intentan que sean las administraciones públicas las que asuman la contratación de cualquier cobertura sanitaria o aseguradora durante estos 'festejos'", afirma en su texto.

Dos menores resultan heridos en los 'bous al carrer' de Canet

El colectivo considera que "estas convocatorias apoyadas en muchos casos por administraciones locales y Diputaciones generan, con muchísima diferencia, un porcentaje de lesiones y heridas invalidantes que serían inasumibles socialmente en cualquier otra actividad".

"Banalización del maltrato"

Los naturalistas recuerdan que el marco normativo permite la participación directa de personas menores desde los 16 años pero creen que "las polémicas por el acceso de niños y niñas han sido casi constantes en los últimos años".

A su juicio, "la Ley de Infancia autonómica prohibiría de facto esta implicación, dado que veta que participen en actividades que causen daño a los animales".

A esto le suman que "el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas tiene idéntica postura". Y recuerdan que "en 2018 advirtió a España reclamando “alejar” a toda personar menor de 18 años de cualquier práctica taurina, siendo espectadores o participando directamente, como el caso de los bous al carrer".

"Científicos alertan sobre estas imágenes"

Desde la fundación añaden que "diferentes especialistas han advertido acerca de la exposición de las personas menores de edad a contenidos violentos, comprobando alteraciones en su comportamiento y midiendo diferentes niveles de agresividad y ansiedad posterior".  

A su juicio, "además del evidente riesgo de que el niño sufra angustia e incluso efectos traumáticos originados por la exposición de escenas de agresiones violentas hacia humanos y animales, la exposición a la violencia en la infancia puede contribuir a la normalización de la violencia y fomentar actitudes de aceptación de la agresión".