Los pueblos pequeños de la Ribera pierden vecinos mientras los ganan las grandes ciudades

El número de habitantes crece un 1,5 % en la comarca entre 2022 y 2023 hasta superar los 310.000 a pesar de que el censo de ocho municipios se ha reducido

Más del 90 % de los nuevos residentes de la comarca es de nacionalidad extranjera

El INE atribuye a Alzira 46.531 personas empadronadas tras sumar un millar en el último año

Una pareja pasea por la avenida Sants Patrons de Alzira, en una imagen reciente.

Una pareja pasea por la avenida Sants Patrons de Alzira, en una imagen reciente. / Agustí Perales Iborra

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

La despoblación mantiene su curso en las localidades más pequeñas de la Ribera, que ven cómo su censo vuelve a disminuir mientras son las grandes ciudades las que reciben nuevos vecinos y compensan la pérdida a nivel comarcal. El nuevo censo publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), con datos a 1 de enero de este año, muestra un aumento del número de habitantes en la comarca debido a la inmigración.

Según el último informe, la Ribera comenzó el año con 311.364 personas empadronadas en sus municipios. Esto supone un incremento del 1,48 % con respecto a 2022. En el ejercicio anterior, el censo comarcal alcanzaba los 306.830 residentes. Por lo tanto, en un año, ha ganado 4.293 nuevos vecinos.

A pesar del crecimiento global, este no se produce de forma generalizada en todas las localidades. De hecho, ocho de ellas perdieron habitantes entre 2022 y 2023. Algunas de ellas, se encuentran en una clara tendencia de retroceso y sufren los efectos de la despoblación. Es Fortaleny la que ha experimentado un descenso mayor, al ver su censo reducido un 2 % en un año. De repetirse los resultados en 2024, bajaría de los mil vecinos. Más de un 1 % ha caído el volumen de población en Alcàntera, Antella y Cotes. También han perdido habitantes Albalat, Castelló, Rafelguaraf y Riola.

En términos porcentuales, Real es la localidad en la que más ha crecido la población en el último año. Casi un 5 % al ganar más de un centenar de nuevos vecinos. También es importante el repunte de Montserrat, que con 325 residentes más experimenta un incremento del 3,61 %. La localidad situada al norte de la Ribera Alta ha registrado durante las últimas décadas un crecimiento espectacular en su censo, que en pocos años podría alcanzar los diez mil habitantes cuando a principios de los noventa tenía poco más de 2.000.

Mayores crecimientos

Sin embargo, el estirón demográfico de la comarca entre 2022 y 2023 se entiende desde las grandes ciudades. En dos de ellas ha sido especialmente significativo. Alzira es el municipio de la Ribera que más nuevos residentes ha incorporado a su censo en el último año. Casi un millar (986) para alcanzar las 46.531 personas empadronadas. Por detrás se encuentra Cullera, cuyo censo ha sumado 813 nuevos vecinos en un año. Casi 300 vecinos ha ganado Sueca. Entre las localidades que han inscrito más personas en su censo en el último año también se encuentran Alginet, Carcaixent y Turís.

Al igual que ocurre en la Comunitat Valenciana, el crecimiento de habitantes en la comarca se debe a los movimientos migratorios. En el conjunto de la autonomía, nueve de cada diez nuevos residentes era de nacionalidad extranjera. Una proporción que se mantiene en la Ribera. De los 4.293 vecinos que ha ganado la comarca en el último año, el 95 % llegó desde otro país. Se trata de una tendencia ya habitual y sin la cual muchas poblaciones perderían habitantes año a año. Las personas nacidas en Colombia, Ucrania y Venezuela son las que han registrado un mayor aumento en el conjunto del Estado, según el INE, que no detalla el origen de los censados a nivel municipal.

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