Los souvenirs de las Fallas vienen de China

La mayoría de artículos representativos de festividades como Fallas siguen viniendo del gigante asiático: “te dabas cuenta de que no podías competir”

Tienda de Souvenirs en el centro de València

Tienda de Souvenirs en el centro de València / Levante-EMV

Ariadna Martínez

Se avecinan las Fallas y todo el mundo ya empieza a buscar los míticos productos asociados a la festividad: el mocador, los banderines, las chapitas, la mochila de tela, el famoso pañuelo de cuadros blancos y azules… Además, los turistas no tardarán en llegar y comenzarán a pasearse en masa por las tiendas de souvenirs con el objetivo de llevarse a casa otros artículos representativos de la cultura valenciana.

Sin embargo, en esta última década, la mayoría de esas prendas y figuritas viajan desde muy lejos para llegar aquí justo a tiempo para la festividad. Los propietarios y propietarias de las tiendas de souvenirs apuntan a que la mayoría del stock viene de fuera. En concreto, de China, que el año pasado desplazó a Alemania y se convirtió en el primer suministrador de nuestro país, un hecho inédito que no se había producido desde que existen registros históricos de comercio exterior.

“El problema es que intentamos seguir comprando aquí, en València principalmente, o en España, pero la base viene casi toda de China, aunque después el producto se termine aquí. Sí que hay productos que se hacen aquí, pero son una minoría”, cuenta la propietaria de una tienda de obsequios representativos valencianos. “Hay fábricas de aquí, por ejemplo, la de porcelana de Segorbe, que ya han cerrado. Porque se han jubilado y nadie quiere quedarse con esa fábrica. Ni moldes, ni maquinaria, ni nada”, apunta. Es difícil competir con el gigante asiático. La mano de obra allí es muy barata, y venden al por mayor. Pepa, dueña de Banderas Satorres, explica que este giro comenzó allá por el 2010. “Lo llevamos mal porque te dabas cuenta de que no podías competir”, asegura.

No se dan por vencidos

A pesar de esta situación, los proveedores y vendedores valencianos tratan de no resignarse. Una minoría de tiendas aún procuran que el producto venga de la Comunidad o de España: “hay algunas cosas que no hay remedio, pero lo intentamos”, comenta una propietaria. En Banderas Satorres, una empresa conocida por vender banderines de plástico para colgar en Fallas u otras festividades, aseguran que han acabado encontrando la forma de seguir funcionando. Intentan diferenciarse con el trato y asegurando que el producto sea de mejor calidad, además de poniéndole las cosas fáciles al cliente. “Siempre das una flexibilidad en horarios, intentas ayudarle a gestionar el tema del transporte…”, cuenta. En su caso, Pepa nota que ha crecido el interés por lo local tras la pandemia, pues, debido a la incertidumbre que generó la situación, “ya no quieren estocar a las cantidades que lo hacían antes. Quieren comprar cantidades más pequeñas porque compraban al por mayor y por ejemplo durante la pandemia no podían darle salida. Ahora mucha gente en vez de comprar un volumen grande y tenerlo en stock, si necesita 100, pues compra 100. Y eso aquí es posible, en empresas locales”.

Entre los productos más populares entre los turistas están los objetos de cerámica, como platos estampados, tazas con dibujos representativos, figuras asociadas a la cultura valenciana, imanes de nevera o jarrones. También interesan las camisetas de recuerdo, los abanicos, ilustraciones, "tote bags" estampadas, o prendas relacionadas con las Fallas, como el famoso mocador. Para los más locales, las alpargatas, las mochilas de tela, banderines de la Comunitat para colgar en balcones o chapitas personalizadas.