El diseño de vanguardia llega a los nichos del cementerio

El nuevo concejal de Servicios Funerarios recibirá del edil saliente, Alejandro Ramón, un diseño inspirado en Guastavino para «humanizar» el Sector 21, el más nuevo del Cementerio General

Figuración de los enterramientos  diseñados para el Cementerio. |   LEVANTE-EMV

Figuración de los enterramientos diseñados para el Cementerio. | LEVANTE-EMV / MOISÉS DOMÍNGUEZ. VALÈNCIA

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

El proyecto ya está redactado e ideado. Ahora falta que el futuro concejal de Cementerios del Ayuntamiento de València apriete el botón e inicie el proceso. Se trata del nuevo concepto de enterramientos que deja no como idea, sino como realidad sobre el papel, el edil Alejandro Ramón. Un concepto de nichos completamente diferente y que pretende, por encima de todo, «humanizar el camposanto» y abandonar el sistema de colmenas que rige en la arquitectura funeraria desde hace décadas. Y, de paso, «hacer buenos los conceptos de la Capitalidad Mundial del Diseño», saliéndose de la ortodoxia imperante.

La idea ha sido desarrollada por el estudio Hache D Hache y supone un espacio singular. Tiene ya la ubicación determinada: en el Sector 21, la zona de crecimiento natural, en la que se ubican enterramientos convencionales, una cantidad importante de columbarios y los cementerios judío por un lado y musulmán por el otro.

En su interior hay dos parcelas todavía yermas y urbanizadas. En teoría, para seguir creando cuadrados de cemento con orificios grandes o pequeños. Ahora, con el nuevo proyecto, toda esa zona se transformaría en un espacio ajardinado y con arbolado. Y allí, rodeándolo, llegaría el elemento fundamental: desaparecen las hileras exclusivamente rectilíneas y aparecen hasta tres zonas abovedadas, en las que columbarios y enterramientos individuales adquieren una forma semiesférica. Líneas mixtas creando una parcela con personalidad propia. Al alcance de las semiesferas hay zonas de bancos «que permiten la contemplación, el silencio y el respeto, en un ambiente muy distinto». Un concepto con reminiscencias a los arcos de ladrillo de Guastavino, el arquitecto valenciano que levantó medio Nueva York con una marca inconfundible.

Alejandro Ramón asegura haberle sido difícil de digerir todos los enterramientos modernos. «La Sección 19, por ejemplo, es bastante dura en mucha de su configuración. Y aunque hemos tratado de incorporar algún elemento, es muy poco humana. Pero pasa lo mismo con las zonas de las décadas anteriores. Y estos espacios han de pensar sobre todo en eso: ahí hay recuerdos de vidas. No nos podemos convertir en un sector, una hilera y un número. También es por los propios familiares». Obviamente, esta construcción singular reduciría el número de enterramientos por metro cuadrado, pero se ha considerado prioritario el cambio estético. «También tenemos que ser congruentes con el reconocimiento como cuna del diseño. Este despacho son gente joven con muchas ideas nuevas». Hache D Hache es responsable del nuevo parque de Castellar-L’Oliveral, o el de José María Haro. Una de sus características es, precisamente, la búsqueda de «espacios con identidad, que destacan por su calidez y elegancia».

El proyecto es, ahora mismo, cuestión de voluntad. La licitación sería por, aproximadamente, 500.000 euros. Es casi uno de los regalos de despedida de Alejandro Ramón, que no forma parte de la candidatura de Compromís. «La verdad es que me voy satisfecho de lo hecho en este área. Los memoriales, el proyecto de generación de energía... hemos hecho un buen trabajo, tratando de convertir un lugar tan especial como es el cementerio en algo humano».

Las dos hileras del Sector 21, una vacía y otra con material de obra, se transformarían en un bulevar funerario con jardines, árboles y los singulares enterramientos en bóveda.

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