Catalá pide un informe sobre el Gulliver tras quedar atrapado un niño

La alcaldesa recuerda que "varias generaciones hemos jugado allí. No se debe trasladar la idea de que es inseguro"

Rescatan a un niño que había quedado atrapado en el parque Gulliver

Levante-EMV

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

El parque Gulliver ha sido protagonista nuevamente de una situación extraordinaria. Si en los meses anteriores fue el problema de su defectuosa rehabilitación, que obligó a llevar a cabo una reforma integral el mismo, ahora que está como nuevo ha sido escenario de un incidente inesperado. Este fin de semana, un niño quedaba atrapado entre los dedos de una de las manos del gigante, obligando a cerrar el parque para sacarle de tan inesperada situación. Al principio cundió la alarma, puesto que el niño había quedado aprisionado por la cabeza. Sin embargo, el problema era tan sólo que se había quedado encasquetado por una verdadera cuestión de mala suerte. 

Se ha referido a esto la alcaldesa, María José Catalá, asegurando que va a solicitar un informe al servicio de Parques "porque nunca está de más por si hay algún punto en el que haya que mejorar la seguridad" pero recordando que "no podemos trasladar la idea de que nuestros parques infantiles son inseguros". A pesar de que tiene un servicio de atención ante posibles contusiones, aseguró Catalá que "muchos de nosotros hemos estado allí durante nuestra infancia. Mi generación ha crecido ahí y es un parque en el que a pasan a veces situaciones muy particulares. Para los que tevemos más de 40 años no ha sido inseguro y ahora tampoco lo es". 

"El niño está bien y sin problemas"

En su relato de los hechos asegura que "se desalojó simplemente para trabajar con tranquilidad. Se liberó al niño, que está bien, y no ha sufrido ningún problema". 

Por último, proclamó que "va a haber pocas alcaldesas que se preocupen más por los parques infantiles por razones obvias". 

Antecedente, en la Glorieta

Una situación parecida se produjo meses atrás en otro concepto, cuando un niño se quedó atrapado en uno de los árboles monumentales de la Glorieta, que obligó a serrar una parte de las raíces del mismo para poder liberar el pie.