Las campanas de los Santos Juanes recuperan su sonido original con la Pascua

Los Campaners de la Boatella recuperan los toques manuales tras la restauración de los bronces

VÍDEO | Así suenan las "nuevas" campanas de los Santos Juanes

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Los Santos Juanes suenan distinto. Porque las campanas son, pero no son, las mismas. Después de la electrificicación de los años sesenta todo cambió y no a mejor. Es un hecho constatado en los campanarios de ésta y cualquier otra ciudad: el uso de tecnología envileció el sonido que, durante siglos, se había hecho a mano. Ahora, tras la reciente restauración de los cuatro bronces, los campaneros aseguran estar en otro mundo. «Los que las hemos conocido de antes... es una gozada escucharlas ahora. El cambio es absoluto». 

La iglesia de la plaza del Mercado Central continúa su restauración integral. De hecho, la nave central muestra un aspecto desolador, pero propio de unas obras de recuperación, toda llena de polvo y de andamios, pero que permitirán rescatar los frescos de Palomino mediante el apoyo de la Fundación Hortensia Herrero. Por su parte, la torre campanario ya retiró sus andamios y el pasado mes de febrero regresaron todas ellas tras una restauración integral de las mismas y en una espectacular tirada de grúa. Y con la llegada de la Semana Santa, han vuelto a ser volteadas manualmente.

Medianoche y mediodía

La primera vez fue al filo de la medianoche del sábado, para anunciar la Resurrección. Y el domingo a mediodía los toques anunciaron la Pascua. Con sus nuevas truchas -yugos- de madera pintadas de rojo inconfundible, se las podía contemplar desde el suelo de la plaza de Brujas moviéndose de forma acompasada. En el interior del campanario era como estar en las puertas celestiales. 

Cuelgan de nuevo las campanas de los Santos Juanes

Germán Caballero

Cuatro mayores y tres pequeñas conforman ahora el concierto, que lleva a cabo manualmente la Associació Campaners Sant Joan de la Boatella. Ahora se procederá a electrificar una parte para anunciar los rezos ordinarios, pero ellos se encargarán de voltearlas en determinadas ocasiones, todas ellas agendadas y previstas. 

«El cambio es radical» aseguraban los campaneros. Especialmente con el «Borrego», la más antigua y popular. «Ahora suena de verdad y lleva la inercia que deben llevar y que el contrapeso metálico no te daba». Junto a ella, otras tres son de nueva factura -entiéndase como nuevas que quiere decir que tienen ya 82 años de vida, pues se instalaron en 1942- «y también suenan muy diferente y mucho mejor. La María, por ejemplo, tenía un sonido a causa de la mecanización que era terrible. Era talmente que gangosa. La mediana, el Joanot, iba con unas reductoras que la hacía lenta... ahora hemos recuperado la instalación tradicional con los mecanismos actuales».