La diputación se aísla de las guerras culturales

La institución provincial, con PP y Ens Uneix, se mantiene alejada de los debates identitarios impulsados por Vox que llegan a los municipios, las Corts o la Generalitat

Mompó y Enguix, en la muestra de las fosas franquistas de l'Etno

Mompó y Enguix, en la muestra de las fosas franquistas de l'Etno / Abulaila

José Luis García Nieves

José Luis García Nieves

La Diputación de Valencia, al menos por el momento, ha conseguido aislarse acústicamente. Nada del ruido ambiental que asfixia la política española se ha filtrado al seno de la institución. Era una de las incógnitas de la legislatura en el nivel provincial: el grado de influencia que los dos diputados de Vox iban a tener en la agenda del equipo de Gobierno que preside el popular Vicent Mompó, que consiguió desalojar al PSPV gracias al apoyo clave de la única diputada de Ens Uneix. El gobierno es bipartito, PP-Ens Uneix, pero la mayoría que lo sostiene tiene una tercera pata fuera del Gobierno que, de momento, mantiene un perfil bajo.

La diputada de Ens Uneix y vicepresidenta, Natàlia Enguix, justificó su respaldo al PP para “aislar la extrema derecha". Y, de momento, la diputación ha sobrevolado las trincheras culturales que el partido de Santiago Abascal ha conseguido colocar en el centro del debate de muchos otros gobiernos. Las decisiones de los últimos días revelan que la influencia de Vox se encuentra bajo mínimos en la corporación provincial.

Actos por el centenario del nacimiento de Estellés

Este pasado lunes, el diputado provincial de Medio Ambiente, Avelino Mascarell, presentaba el calendario de las Jornadas Comarcales sobre Cambio Climático y Energía. La semana anterior, era el diputado de Cultura, Francisco Teruel, el que presentaba la agenda de actos previstos para conmemorar el centenario del nacimiento del poeta Vicent Andrés Estellés. Esta misma semana, de hecho, PP y Ens Uneix respaldaron con entusiasmo una moción de Compromís para declarar 2024 “Any Estellés”.

Vox se quedó solo votando en contra. Hicieron público su rechazo y también afearon al PP que respaldara esta moción viniendo de donde venía. “Lo defienden como aquel gran escritor de la lengua catalana. Reconocemos su obra pero no en las manos de Compromís. Vox se queda solo frente al pancatalanismo porque solo queda Vox. Haremos la batalla cultural donde corresponde, y es en las instituciones”, sostuvo el diputado Sergio Pastor en el único momento de crispación del pleno.

Son dos ámbitos, el medioambiente y la cultura, que en muchas instituciones se han convertido en una trinchera política, en una guerra cultural. Lo mismo podría decirse de las políticas feministas. En esto, el PP también está respaldando los guiños progresistas de Ens Uneix. El nuevo Pla Obert de la Diputació premiará los proyectos que aboguen por un urbanismo feminista.

Una red autonómica contra la violencia de género

Recientemente, la diputada responsable de ese área, Natàlia Enguix, quiso exhibir también perfil feminista, al ofrecer a la Generalitat la Red de Municipios Protegidos contra la Violencia de Género de la Diputación, con 211 municipios adheridos, como ejemplo para extenderla al conjunto de la C. Valenciana. Por su parte, el presidente de la diputación, Vicent Mompó, acompañó a Enguix a la asamblea de esta red, celebrada hace unas semanas. Lo mismo que hizo con la muestra de las fosas franquistas en el Museu Etnològic l’ETNO, como gesto de apoyo a las políticas en favor de la recuperación de la memoria, donde no ha habido giros traumáticos respecto al anterior equipo de gobierno.

Los guiños y las políticas de corte progresista contrastan con instituciones, como la Generalitat, las Corts o varios municipios, donde, en mayor o menor medida, las cuestiones de género o identitarias sí están dando que hablar. Ha ocurrido en casos como las pancartas que condenan los asesinatos machistas frente al Parlamento Autonómico; con el vacío con el que por el momento se ha recibido desde la Generalitat el Any Estellés -el vicepresidente Barrera ha defendido una “cultura blanca”-; la retirada de subvenciones y la cancelación de publicaciones en valenciano en muchos municipios o el debate en torno al modelo lingüístico que está planteando la Generalitat a la AVL.

Las posiciones exhibidas por PP y Ens Uneix se mantienen también en los Presupuestos. La partida de subvenciones nominativas de la diputación dentro de las cuentas para 2024 refleja 200.000 euros para el Ayuntamiento de València a cuenta de los Gay Games; así como 800.000 euros para la Capitalitat Verda que se celebra este 2024. De momento, el ruido político se queda fuera del Palacio de Batlia.

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