El PP descarta una moción de censura en Albaida: "No nos vamos a aliar con el PSPV"

Juan Carlos Roses centra la posición de su grupo en pedir la dimisión del alcalde y advierte de que el gobierno en minoría lo tendrá "complicado"

El PP de la Vall d'Albaida aprovecha la crisis para presionar en la conformación del gobierno de la Mancomunitat

Juan Carlos Roses, portavoz del PP de Albaida.

Juan Carlos Roses, portavoz del PP de Albaida.

Sergio Gómez

Sergio Gómez

La ruptura del gobierno bipartito de Albaida a los cuatro meses de legislatura avivó el miércoles el fantasma de una moción de censura tan pronto como los tres regidores del PSPV renunciaron a sus delegaciones en el ejecutivo entre las acusaciones de bloqueo y la desconfianza hacia sus socios de Compromís. El alcalde, el valencianista Alejandro Quilis, sugirió una pinza de la oposición para apartarle del cargo como una posibilidad plausible en el horizonte cercano, pero el partido que estaría en condiciones de liderar la iniciativa, el PP, descarta por completo ese extremo.

En declaraciones a Levante-EMV, el portavoz popular en el consistorio de Albaida, Juan Carlos Roses, deja clara cuál es la posición de su partido tras la crisis, que no va más allá de pedir la dimisión del alcalde. "No vamos a hacer una moción de censura ni nada parecido, no vamos a aliarnos con el PSPV", subraya el líder del PP, que fue el partido más votado en las últimas elecciones municipales y se quedó a solo un concejal de la mayoría absoluta (tiene 6).

Roses recalca que el 29 de mayo, tras "ganar las elecciones", contactó con la agrupación socialista "para trabajar por el pueblo todos juntos, pero me ignoraron", puesto que fue obviado por los partidos de izquierdas y no obtuvo respuesta a sus planteamientos. Tras la salida del gobierno municipal, el PSPV se ha reunido con los populares para exponerles las razones de su dimisión ante el nuevo escenario de compleja gobernabilidad que se avecina. "Ahora pretenden que me alinée con ellos para hacer una moción, pero nuestra postura es que Compromís gobierne en minoría y el día que no puedan más ya se verá", sostiene el regidor.

A preguntas de este diario, Roses sostiene que no hubo un ofrecimiento firme de una moción de censura por parte los socialistas, pero sí un tanteo "informal" sobre la opción de sondear una alternativa a la alcaldía de Compromís.

Roses (PP) recuerda que tras las elecciones contactó con el PSPV y Compromís para "trabajar conjuntamente" pero fue ignorado

El miércoles, el portavoz del PSPV David Palací recalcó que su grupo va a estar en la oposición y avanzó que "no le corresponde al PSPV decidir" sobre una posible moción de censura, aunque no cerró la puerta a "valorar" propuestas en ese sentido en un futuro. "Quienes han de mover ficha ahora son otros partidos", incidió Palací.

"Empezó mal desde primera hora"

Los regidores socialistas han dimitido de sus responsabilidades en el bipartito de Albaida después de que una edil díscola de Compromís se haya negado a firmar el pacto de gobierno alegando que no estaba de acuerdo con que el portavoz del PSPV cobrara un sueldo por ejercer sus funciones. Roses sostiene que "el alcalde no ha sabido afrontar el problema porque al final es el reponsable de mediar entre Salom (la regidora de Compromís) y Palací (el portavoz socialista) para intentar solucionarlo".

Para el líder popular, "la cosa empezó mal desde primera hora y en cuatro meses se ha visto el desastre y para qué querían el gobierno: se pelaban por el sillón dos semanas antes de entrar a gobernar". "El pueblo puede estar tranquilo de que vamos a estar detrás siempre que el alcalde dimita: ha sido incapaz de hacer un gobierno de coalición, hemos pasado de pagar a proveedores en 8 días a hacerlo en 90, el ayuntamiento no se puede comprar ni un saco de arena, está muy mal económicamente", mantiene Roses, que ve "complicado" que el gobierno en minoría resista el largo mandato que tiene por delante. "Vienen los presupuestos, se hacen muchas modificaciones de crédito porque no hay dinero y tenemos préstamos", apunta.

El portavoz del PP advierte de que no apoyará las propuestas del gobierno en minoría "cuando no sean buenas para el pueblo"

Frente a la llamada del alcalde Quilis a buscar consensos con los otros dos grupos desde su gobierno en minoría, el portavoz del PP advierte de que apoyará "lo que sea bueno para el pueblo", pero no dudará en oponerse y tumbar "lo que veamos que no lo es", apostilla.

Marejadilla en la Mancomunitat

Las debilidades de la izquierda que han aflorado en Albaida han sido aprovechadas por el PP de la Vall d’Albaida, que ayer mostró su «preocupación» por la posibilidad de que la crisis de gobierno en este municipio pueda entorpecer el funcionamiento de la Mancomunitat, todavía a la espera de celebrarse el pleno de organización.

Los populares recuerdan que Alejandro Quilis es a su vez presidente de la Mancomunitat  y lamentan que «después de casi un mes en el cargo todavía no ha descolgado el teléfono para llamar al vicepresidente, el alcalde de Pinet por el PP». Gonzalo Català subraya que «que hay mucho trabajo en la Mancomunitat» y que «los pueblos necesitan de este ente para su correcto funcionamiento», por lo que «no hay un minuto que perder».

Para «evitar que los problemas de Albaida entorpezcan al ente comarcal», desde el PP exigen al presidente de la Mancomunitat que «abandone el partidismo y nos centremos todos los grupos políticos en solucionar los problemas de la comarca, sin rivalidades políticas ni ideológicas que puedan bloquear cualquier solución favorable para los 34 pueblos que la componen».

El grupo popular pide 5 consejeros delegados en el organismo para gestionar las áreas de Cultura, Turismo, Servicios Sociales, Economía, Hacienda y Presupuestos y Relación con la Diputación, Generalitat y pueblos de la comarca. Un planteamiento puede generar el primer choque en la Mancomunitat.

Antiguas rencillas e nAlbaida

Las antiguas rencillas entre el PSPV y Compromís en Albaida han jugado un papel en el entuerto. En 2011 ambas fuerzas progresistas pactaron para desalojar al PP del gobierno pero la experiencia también salió mal: acabaron peleadas y los valencianistas salieron claramente beneficiados tras asumir la alcaldía los cuatro años, puesto que en las siguientes elecciones conquistaron la mayoría absoluta.

Tras los últimos comicios de mayo, los socialistas apretaron en las negociaciones para que esta vez se turnaran ambos partidos la vara de mando. El PSPV apoyó a Quilis en la investidura, pero el veto al pacto programático por parte de una concejala de Compromís ha generado una tremenda desconfianza en las filas socialistas, que veían obstaculizado su trabajo y no consideraban garantizada la entrega de la alcaldía en 2025. Unas afirmaciones que para el alcalde de Compromís no tienen fundamento.