La plaga de lesiones obliga al Fertiberia BM Puerto a fichar de urgencia un central

Un pinchazo en la rodilla de Guillem Correro, la rotura de un ligamento de la misma articulación de Javier Olivares y la fractura de un dedo de la mano de Jaume Pujol. Esa es la actualización del parte de bajas en el Fertiberia BM Puerto, una lista en la que todavía están Álvaro del Valle, que este miércoles fue operado de los problemas que le mantienen alejado de las pistas desde principios de temporada, y Pau Ferré, que se recupera a buen ritmo de la intervención en el hombre con la previsión de reaparecer en mes y medio, aproximadamente.

Este panorama de lesiones ha obligado a la directiva rojiblanca a buscar de urgencia un fichaje, especialmente para la zona central de la primera línea, que se ha quedado huérfana. Así y pese a las incógnitas económicas que rodean al futuro inmediato, el club está pendiente de resolver los últimos flecos para incorporar a un jugador joven que ayude en la rotación. La intención es que pueda llegar la próxima semana y debutar en la visita del Atlético Valladolid al polideportivo del Port de Sagunt.

Mala suerte

El técnico del Fertiberia, Toni Malla, achaca esta plaga a la mala suerte, ya que "se produjeron en acciones intrascendentes". En el caso de Olivares, para el que se ha acabado su prometedora temporada, y Pujol, cuyo regreso se espera para dentro de dos meses, las lesiones se produjeron en sendos amistosos disputados frente al FC Barcelona y Puente Genil, mientras que Correro, del que todavía está pendiente una evaluación para calibrar el alcance de las molestias, fue en un entrenamiento de esta semana.

El entrenador catalán descarta que las cargas de trabajo de esta pretemporada de invierno sean las causantes de esta plaga, que más bien achaca "al ambiente negativo y de desilusión que se respira en el club. No hay quejas del día a día, pero el momento institucional y económico se contagia a los jugadores". Así, el "buen trabajo táctico y físico" durante el mes de enero queda en un segundo plano por las dificultades añadidas al ya casi imposible objetivo de la permanencia en Asobal.

Confianza en la respuesta del equipo

En cualquier caso, Malla se aferra a que "este equipo siempre ha respondido en las situaciones más complicadas" y espera que esta vez lo vuelva a hacer. La primera oportunidad para calibrar las posibilidades del Fertiberia llegarán este sábado cuando arranque la segunda vuelta de la competición con el desplazamiento a Torrelavega. "Afrontamos ese choque con ilusión y ganas de hacerlo bien. Sumar está muy difícil, pero tenemos que limpiar nuestras cabezas, adaptarnos a la situación y dar lo mejor que tengamos", asegura el entrenador del conjunto porteño.