Este San Valentín se presenta diferente. No hay más remedio. Pero algunos restaurantes valencianos se las han ingeniado para que sus clientes puedan celebrar esta fecha como se merece. Aquí dejamos 6 propuestas preparadas con mucho cariño para la ocasión.

  • QDELIVERY

Quique Dacosta sabe que la diferencia entre una buena comida y una experiencia está en los detalles. Quienes han visitado la casa madre en Dénia saben bien a lo que me refiero. El delivery de Dacosta lleva la distinción inscrita en su ADN, pero para esta ocasión se han esmerado más todavía. Ha diseñado un menú a domicilio repleto de pequeños excesos que nos recordará que esta no es una noche cualquiera: ostras, gambas de Dénia, pisco sour… Este menú pide burbujas a gritos y la carta online ofrece cavas y champanges para todos los gustos y bolsillos.

Maria José Martínez y Juanjo Soria rescataron Jera (un bar informal que tuvieron que cerrar por falta de personal) para lanzar su oferta de take away. La reflexión de María José era muy sensata «prefiero una comida más informal en una opción a domicilio». Sin embargo, para este fin de semana, sacan Lienzo a pasear. Sólo durante tres días, como si de un Pop-up se tratara. Su caja incluye pinceles y manteles para pintar en ellos, o donde la imaginación sugiera y aquel postre emblemático de Lienzo ( «El Pijama») en el que Juanjo dibujaba sobre la mesa las confituras dulces de María José.

  • OGANYO

La cocina de Oganyo viaja bien. Sus guisos, sus patés y sus asados no sufren en el trayecto hasta casa. Además, el toque de fusión impregna muchos de sus platos con esa propuesta divertida que con frecuencia buscamos en el take away. Para esta ocasión, el equipo de Oganyo ha hecho una selección de los platos más sofisticados y los ha empaquetado en un menú donde el precio se ajusta para que ninguna restricción impida disfrutar de una noche mágica.

Febrero in Love, así denominan Alberto Alonso y Mar Soler su propuesta para San Valentín. Plantean un menú degustación en toda regla. Nueve pases que reproducen fielmente la filosofía del restaurante. La misma línea, los mismos conceptos y el mismo producto. En este menú juegan con guiños constantes a los tópicos de estas fechas: la ostra, las rosas liofilizadas que acompañan la carrillera de cerdo, chocolate y cerezas para un postre muy evocador… Como Alberto y Mar tienen la mente muy abierta, adaptan la oferta a números impares.

A pesar de las restricciones, los hoteles tienen permiso para mantener abiertos sus restaurantes. Pero sólo para sus huéspedes. Pensando en ellos, Carlos Julián ha preparado un menú especial para San Valentín que lleva impreso ese toque de neoclasicismo que caracteriza a su cocina. El precio es atractivo (sólo 40 euros servido en mesa) pero baja hasta los 25 si se recoge en el restaurante para llevar a casa.

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El último premio «Promesa de la cocina valenciana» fue de los últimos en sumarse al delivery. No terminaban de aceptar que esa cocina pensada para una vajilla exclusiva debía ajustarse a una caja de cartón. Pero la pandemia dura y dura... Adaptarse o morir. Dani Malavía y Roseta Félix han planteado un menú que se parece a una comida normal, de las que sirven en su restaurante. El menú es abierto y el cliente puede elegir 7 platos entre 12 opciones posibles.