La piscina de Aiora reabre tras quedar libre de legionela

Los usuarios de la Piscina de Abastos, gestionada por la misma empresa que la de Aiora, se quejan del deficiente estado de las instalaciones: "Los tornos de entrada están averiados y la limpieza de las instalaciones deja mucho que desear

Reclaman al ayuntamiento que analice el agua para descartar que también pueda haber legionela

Piscina de Aiora

Piscina de Aiora

La Fundació Deportiva Municipal de València ha informado esta mañana de que la Piscina de Aiora, cerrada desde el pasado jueves tras detectar presencia de legionela en las muestras tomadas por técnicos municipales en un análisis rutinario, ha reabierto este martes. Las instalaciones han sido sometidas a un tratamiento desinfección para acabar con la bacteria, que se aplicó el mismo viernes.

La Conselleria de Sanidad ha dado luz verde a la reapertura de las instalaciones, sin embargo, las quejas de los usuarios no cesan y demandan que el Ayuntamiento de València obligue a la empresa concesionaria a aplicar las mejoras necesarias para prestar un servicio de calidad entretanto se redactan los pliegos para la renovar la concesión. La piscina de Aiora, gestionada por Supera, lleva cinco años con la concesión caducada.

La empresa citada también gestiona la piscina municipal de Abastos, donde las quejas de los usuarios por el deficiente estado de las instalaciones se acumulan. Los tornos de entrada están averiados con lo cual no hay control de acceso. La limpieza de las instalaciones, especialmente de los vestuarios y las duchas, donde se acumula moho y corrosión por acumulación de cal, también es motivo de queja por parte de los usuarios de estas instalaciones. La Asociación de Vecinos de Abastos tiene previsto solicitar una reunión con los nuevos responsables de la Concejalía de Deportes, ahora con Rocío Gil al frente, para reclamar mejoras "ante la precaria situación de la piscina y del resto de instalaciones y servicios", apunta la presidenta de la entidad vecinal, Concha Gimeno.

Las piscinas de Aiora y Abastos estuvieron cerradas cinco meses (de marzo a agosto de 2022) por la crisis energética de la guerra en Ucrania y los problemas de la empresa para hacer frente al coste del gas.