Tribuna

La libertad de asociación

Mariola Corega.

Mariola Corega. / Levante-EMV

Mariola Corega

La polémica sobre la participación de mujeres en la Semana Santa Saguntina es delicada, al -involucrar tanto a la libertad de asociación y creencia como a la igualdad de oportunidades y no discriminación. Cada persona tiene derecho a decidir con quién se asocia y qué creencias sigue, siempre y cuando no viole las leyes aplicables.

La Cofradía de la Purísima Sangre es una institución con más de 500 años de tradición, pero eso no es motivo para que las mujeres no participen. El motivo es la «libertad» de decisión y derecho de los cofrades.

Si la Cofradía votó democrática mantener su tradición de ser exclusivamente masculina, es su derecho. Sin embargo, si un grupo de mujeres quiere participar en la Semana Santa Saguntina, pueden formar su propia cofradía siguiendo los pasos pertinentes: «Un grupo de fieles constituyen una agrupación parroquial. Cuando va avanzando en los tres pilares de la cofradía, que son participación en los cultos católicos, formación y servicios caritativos, se podrá solicitar constituirse en una hermandad. Para ello, hay que presentar unos estatutos al obispado. El obispo aprueba los estatutos y dicta el decreto de erección de la misma». Cada diócesis dispone de unas normas para hermandades y cofradías con los requisitos para su creación y funcionamiento. Para ser cofrade, solo se pide al solicitante que esté bautizado, es decir, que sea católico.

Actos católicos

A veces se olvida que los actos de Semana Santa son católicos, y merecen un respeto como cualquier otro rito de cualquier credo. ¿Por qué los miembros (y ‘miembras’) de esta agrupación de mujeres no van al colectivo musulmán a decirles quiénes deben participar en sus ritos?

Bueno, también puede ser que yo, que soy un poco ‘rara’, no me haya dado cuenta de que hay religiones de primera y religiones de segunda (es sarcasmo).

Como mujer española, de centro liberal y que creo en el peso de los derechos que marca la Constitución, me posiciono al 100 % en favor de la libertad de decidir con quién o no me uno o asocio, además de otros derechos como la libertad de expresión, de credo o ideología.

Derecho fundamental

Sí, podría apoyar la obligatoriedad de que ciertas asociaciones sean mixtas, si esto se hace para garantizar la igualdad de oportunidades y la no discriminación, pero no es el caso de la Cofradía. Defiendo el derecho de sus miembros a decidir si son un colectivo mixto o monogénero. Esto es un derecho fundamental, es decir, pienso que ellos deben ser libres de decidir sin más, por no mencionar las reglas del juego de la confesión a la que pertenecen, siempre y cuando no violen las leyes y regulaciones aplicables, cosa que no hacen.

Creación artística que forma parte de la protesta por una Semana Santa inclusiva.

Creación artística que forma parte de la protesta por una Semana Santa inclusiva. / Daniel Tortajada

Si finalmente se aceptasen mujeres, debiera ser porque los cofrades lo deciden desde la libertad y no por coacción ni presión. Cualquier movimiento que vulnere derechos que como individuo estén protegidos por la Constitución, imponiéndose sobre estatutos legales aceptados por un colectivo, será de facto discriminatorio y coercitivo. Ir poco a poco aceptando estos gestos, de manera natural y no forzada por el componente de género, hará que al final nuestra identidad como individuo no desaparezca.