El Gremio de Floristas quiere llevar el manto de la Ofrenda al Libro Guiness

El colectivo profesional insta al ayuntamiento a iniciar los trámites porque el 17 y 18 de marzo se hace «el manto floral más grande del mundo»

Manto del pasado año, dedicado al Centenario de la Coronación

Manto del pasado año, dedicado al Centenario de la Coronación / Eduardo Ripoll

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

El Gremi Artesà de Floristeries de la Comunitat Valenciana ha presentado al Ayuntamiento de València la propuesta para que el manto de la Virgen en la Ofrenda de Fallas se inscriba en el Libro Guiness de los Records en calidad, precisamente, de «manto floral más grande del mundo». La propuesta, que debe mover la Junta Central Fallera en ese caso, se basa en que ni existen ni constan construcciones similares a la que se forma los días 17 y 18 de marzo en la plaza de la Virgen. 

Así lo ha confirmado el presidente del Gremio, Juan Lluesma, quien asegura que «es un tema que ya llevamos tiempo dándole vueltas y que es más que factible». Entre otras cosas porque, en principio, no se trataría de superar el récord, sino de instaurarlo. Un manto de flor, consideran, es una actividad rompible o superable porque no es la primera vez que se realiza y puede llevarse a cabo en cualquier lugar. 

La del Pilar no es un "manto"

Existe, en ese sentido, una puntualización respecto a la otra gran construcción floral que se conoce por definición, que es de la Ofrenda de las fiestas del Pilar. Pero los floristas sostienen que la construcción en Zaragoza «es un cadafal, no un manto. Aquí estamos hablando de la reproducción en flor de una prenda. Lo que se confecciona en el Pilar es toda una gran base, pero que ni simula ni representa un manto». De hecho, en ese caso, la Virgen lleva manto, pero del propio metal del que está hecha la imagen. La ofrenda de València es una escultura rellenable a base de claveles. 

Queda la duda razonable de que se llegue a tiempo este año, puesto que las solicitudes tienen un tiempo de evaluación. Si se llevara a efecto -este año o el próximo- habría que abonar una cuota, además de sufragar la estancia de los comprobadores de Guiness. 

Lo que tendrían que hacer las Fallas

Para las fallas no habría mucha diferencia en lo que es el desarrollo de la Ofrenda. Lo que sí que tendrían que hacer es ser más explícitos: en la hoja que entregan cada año con el número de ramos, tendrían que incluir el número de claveles para redactar el acta de todos los componentes del registro. 

Con todo, el manto que se lleve a cabo en la Ofrenda de 2024 no será el más grande que se ha hecho. Esto es fácil de medir por la "cola" que tiene y que se extiende a espaldas de la estructura de madera. En los tiempos de máxima bonanza económica, esa prolongación, que se hacía con el excedente de flor, llegó a ser de varios metros de larga. En la actualidad, y a pesar del crecimiento del censo, se ha detectado una contención en el gasto y los ramos no son tan profusos como antaño, lo que provoca que el primer objetivo sea el de completar la estructura, algo que, recientemente, tampoco se consiguió y hubo que recurrir a tapar esquinas con canastillas.

La flor blanca, controlada de momento

Mientras esto llega, los floristas ya han recibido, por diferentes áreas, el tipo de color que llevarán las comisiones. En principio, Lluesma cree que no hay indicios de que haya problemas como el año pasado cuando, por la falta de claveles, hubo que recurrir a otras flores de color blanco para completar los ramos. «En principio no parece que vayamos a tener problemas de falta de existencias o de precios desorbitados, aunque el blanco es el color más complicado siempre, pero este año hay menos previsto. Nosotros ya nos hemos movilizado con los proveedores y los pedidos empiezan ya».