Tribunales

El caso Erial visto para sentencia: Zaplana proclama su inocencia pero su jefe de gabinete vuelve a acusarlo

La vista que ha enjuiciado a dos expresidentes de la Generalitat y trece personas más finaliza tras dos meses de vistas en la Ciudad de la Justicia de València con alegatos de Zaplana su testaferro y su colaborador en la Generalitat

Zaplana en su alegato final que ha leído, de pie, ante el tribunal.

Zaplana en su alegato final que ha leído, de pie, ante el tribunal. / L.O.M.

El caso Erial ha quedado visto para sentencia tras dos meses de sesiones en la sección cuarta de la Audiencia de València. Y una maratoniana sesión de seis horas en la que han informado seis abogados y abogadas de otras tantas personas acusadas. Que ha culminado con el derecho a la última palabra que han querido ejercer algunos acusados.

Entre ellos el expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, que ha intervenido para reivindicar su inocencia.

"Me veo en la obligación para concluir de decir alguna cosa. En este procedimiento que dura más de ocho años se ha querido trasladar una imagen, una idea, meramente criminal de una persona que usa y abusa de sus relaciones personales. Me considero un buen amigo de sus amigos, siempre sin contraprestación".

Zaplana también ha lamentado que en el juicio haya sobrevolado una imagen de él como "una persona que esconde su actividad y su vida de forma paranoica ante no sé qué miedos o amenazas en el pasado, pero que visto lo visto probablemente me tuvieron que preocupar. Todos mis bienes son los que se analizan en la pericial económica. No hay más".

Y ha añadido que "ni en momentos complicados de mi enfermedad, -por cierto, no me transplanté en Houston- no relaté otra cosa en mi testamento que aquello que existía para mí porque jamás tuve otros bienes que los que allí reflejé. Después de los registros, comisiones, nueve meses en prisión digo lo mismo que dije en marzo de 2019: 'No he cometido ninguna ilegalidad al frente de la Generalitat y no he tenido nunca dinero en el exterior. Y lo reitero a la conclusión del juicio".

Para acabar ha finalizado con un alegato político que le ha valido un apercibimiento del presidente del tribunal: "Estos días escuchando los relatos ha sido imposible no recordar tiempos dedicados a la vida pública y política que coinciden con la investigación que ha usado material privado como mis agendas. Los recuerdos gratos superan a los ingratos, en unos y otros los he afrontado con responsabilidad y la mayor dignidad posible".

Y ha concluido que su alegato asegurando que "e, en esta etapa tan difícil para mi manifiesto mi satisfacción y orgullo por mis años de dedicación a la vida pública y a la presidencia de la Generalitat. Para mí fue un honor dirigir equipos de personas que entregaron lo mejor de sí mismos. Ha sido un honor y un privilegio dedicarme a la vida política aunque su ejercicio me haya traído aquí. Aunque de que yo esté aquí no tiene culpa la política", ha concluido.

También ha intervenido Joaquín Barceló "Pachano" que ha negado que recibiera 540.000 euros del señor Pina: "Jamás los recibí". Y a Beatriz García Paesa le ha respondido que la conoció en Luxemburgo. Y ha señalado que "mi padre no ha tenido ninguna inspección de Hacienda. No reconozco este documento.

El último alegato lo ha ofrecido Juan Francisco García Gómez, jefe de gabinete de Zaplana, quien ha asegurado que se ha visto obligado a intervenir por las declaraciones ofrecidas ayer por la defensa del señor Zaplana. "Las entiendo pero no a costa de vertir afirmaciones falsas sobre la veracidad de mis declaraciones: todo lo que declaré es absolutamente verdad. No son interpretaciones, ni elucubraciones, ni aseveraciones sobre aspectos que no haya conocido. Desgraciadamente, participé en hechos de los que me he autoinculpado como medio de reparar el daño causado y como parte de la justicia restaurativa. Todo es absolutamente cierto. Respeto que diga que son poco creíbles. Pero quiero estar tranquilo con mi conciencia. Que nadie piense que he mentido o he sido inmoral".

García Gómez ha añadido que en "Yo no sé lo que Zaplana le dijo a Barceló. Pero tiene poco sentido común que yo le regalara a Zaplana dos millones de euros y que le pidiera que los titularizara. Esa versión se cae por su propio peso. Era mi superior jerárquico en la Generalitat. Difícil entender que yo realizara operaciones al margen de su conocimiento. Debería asumir culpa in vigilando. Eran actuaciones de un alto cargo del PP y de un alto cargo de la Policía que tenía acceso directo al presidente de la Generalitat. No tiene sentido pensar que yo hice algo sin conocimiento de él. Al final esos fondos eran de la familia Cotino y Barceló era el administrador para realizar inversiones".

Sobre la clandestinidad de los acuerdos, ha explicado que la última vez que se vio con él como amigo con Zaplana, "si podemos retomar la amistad, fue en su domicilio en presencia de otra persona acusada en la que le expliqué que iniciaba, por indicación de mi abogado, un proceso de acuerdo de conformidad y que como amigo suyo le recomendaba o sugería que él podría hacer lo mismo. Que pensara en él, su familia o en personas como Mitsouko, Saturnino o Paco el Gasofa, porque su suerte iba a estar ligada a la de él. Pero no reproduciré su contestación. Solo diré que él dijo que no. Solo me alegro que hayan eximido a Elvira Suanzes. Gracias por su paciencia y atención".